El acceso a comprar acciones de las empresas más importantes del mundo, como Apple, Amazon o Google, nunca fue tan fácil en el mundo globalizado de hoy. A través de un bróker (intermediario entre compradores y vendedores de un instrumento financiero) regulado se pueden adquirir estos títulos que representan una parte del capital social de una compañía.
Los fondos de inversión administrados son una alternativa para diversificar las ganancias en pólizas y en el mercado bursátil.
El acceso a comprar acciones de las empresas más importantes del mundo, como Apple, Amazon o Google, nunca fue tan fácil en el mundo globalizado de hoy. A través de un bróker (intermediario entre compradores y vendedores de un instrumento financiero) regulado se pueden adquirir estos títulos que representan una parte del capital social de una compañía.
Lo más importante en el momento de confiar el dinero en una inversión es la ganancia (rendimiento) que se puede obtener. Pero además está el factor del tiempo que debe pasar para conseguir esa ganancia y lo que se puede perder durante ese plazo (el riesgo).
Si se trata de una determinada inversión también se toma en cuenta la liquidez, que es la capacidad que tiene un activo de convertirse en dinero sin perder su valor.
En el caso de las acciones, son títulos de renta variable porque su rentabilidad depende de varios factores, como el rendimiento de la empresa, que se ve influenciado por el contexto económico, lo que aumenta el riesgo.
La otra opción de invertir en la bolsa de valores son los títulos de renta fija, en los que el interés que se paga no cambia durante la inversión, por lo que hay una mayor certeza. El 99 % del monto que se negocia en el mercado bursátil nacional corresponde a los denominados papeles de renta fija.
El monto negociado en las bolsas de valores de Quito y Guayaquil asciende a $ 12.633,7 millones entre enero y octubre de este año, un aumento del 18,7 % respecto del mismo periodo de 2023.
Segundo Camino, analista económico y experto en finanzas, indica que el 1 % que queda corresponde a renta variable que por lo general tiene los mismos emisores, como Banco Guayaquil y Pichincha y Corporación La Favorita, entre otros.
Los de renta variable, dice Camino, son los menos negociados “primero, porque culturalmente se desconocen los beneficios del mercado de valores ecuatoriano”.
La segunda causa es que “los ecuatorianos somos individuos que nos gusta tomar poco riesgo. La renta variable implica un riesgo implícito primero de la empresa, segundo de la coyuntura local. Ese riesgo de lo que pase fuera de la empresa no lo puede controlar ni el inversor ni la compañía que comercializa sus acciones”.
De ahí que el costo de las acciones varía según cómo va evolucionando el desempeño de la empresa y de la economía, por eso es un título de renta variable.
Un instrumento financiero (acciones o los títulos de renta fija) es el que hace rendir el dinero en un plazo específico, un contrato entre dos partes. Es una relación cliente-banco, en los depósitos a plazo fijo, o persona-empresa, en el caso de los papeles (de renta fija o variable) que se negocian en las bolsas de valores.
La primera alternativa para invertir es adquirir estos papeles de manera individual formando una cartera personal en la que se puede diversificar la inversión en distintos instrumentos, como pólizas o la compra de títulos de renta fija o variable en las bolsas de valores, dice Walter Clavijo, quien posee un diplomado en inversiones. Uno de los fines sería conseguir el mayor rendimiento en el menor plazo posible.
Hay un récord de inversiones en los depósitos a plazo fijo (pólizas) debido a que la tasa de interés anual efectiva que pagan las instituciones financieras (promedio de todos los plazos) pasó de 5,93 % en septiembre de 2022 a 7,59 % en este mes de noviembre, pero alcanzó su máxima en junio de 2024 con 8,45 %.
El número de clientes con pólizas pasó de 552.611 en septiembre de 2018 a 1′202.399 en el mismo mes de este año, más del doble, lo que representa un incremento del 117,6 %.
El monto de los depósitos a plazo fijo (en bancos y cooperativas) alcanzó los $ 34.320,1 millones en octubre pasado, 134,2 % más que en el mismo mes de 2018.
La segunda opción es invertir en los fondos de inversión, fideicomisos mercantiles y titularizaciones a través de administradoras reguladas.
Los fondos de inversión son mecanismos colectivos donde los inversionistas-ahorristas, a quienes se les llama partícipes, obtienen mejores rendimientos que si el ahorro se efectuara en forma individual por economías de escala, dice Ramiro Viteri, director de la Asociación de Compañías Administradoras de Fondos y Fideicomisos Mercantiles (Aaffe).
Al acumular un monto mayor entre todos los partícipes se consigue diversificar la inversión y acceder incluso a negociaciones en las bolsas de valores del exterior, afirma Camino.
Cada partícipe tiene su cuenta, pero es parte del fondo.
Un fondo de inversión es el denominado Horizonte que administra AFP Génesis, que contaba con 350.262 partícipes hasta agosto pasado.
Los negocios fiduciarios, en cambio, son contratos por los cuales una persona o empresa confía el manejo de uno o más de sus bienes a una compañía administradora de fondos y fideicomisos para que cumpla con una finalidad determinada, define la Aaffe.
“En los fideicomisos de inversión, el constituyente, que también puede ser beneficiario, dispone en qué invertir los recursos que se entregan”.
Las titularizaciones, en cambio, son formas de captaciones de recursos a través de proyectos que tienen un horizonte de tiempo con ingresos proyectados. “Emiten obligaciones que son adquiridas por terceros inversionistas, que a la vez permiten financiar el proyecto y proporcionan rendimientos a quienes compran los títulos u obligaciones”.
Esta última se convierte en una herramienta de financiamiento productivo y para el desarrollo de infraestructura.
El monto a invertir es de acuerdo con las características del fondo. En Ecuador existen los que permiten invertir desde $ 1, y en el caso de fideicomisos y titularización, dependerá de lo que se prevea en el contrato que se celebre, afirma Viteri.
En un fondo de inversión pueden participar personas naturales y jurídicas, “ajustándose a los requisitos que deben cumplir, como tiempo de permanencia y aporte inicial mínimo”, indica Viteri.
Cada persona debería conocer las características del fondo, dice Viteri, como plazo, monto de la inversión y rendimiento. “También seguridad, a efectos de que el fondo, fideicomiso o titularización se haya constituido conforme a las exigencias técnicas y legales”. Es un nivel de transparencia que se asegura con el acceso a la información que tiene que proporcionar la administradora de fondos y fideicomisos.
Lo que se revisa antes de confiar el dinero en un fondo de inversión creado previamente, dice Camino, es el índice de liquidez corriente que se determina de restar el activo corriente del pasivo corriente. “Si por alguna razón de emergencia desearía retirar el dinero del fondo, tengo que estar seguro de que haya la liquidez suficiente para que me paguen el recurso de manera inmediata”, asegura.
Además, hay que fijarse en la calificación global del fondo de inversión: “En común el portafolio del fondo en el que se va a invertir, en general, dadas todas las acciones, obligaciones, bonos, lo que se va a comprar, tengan una calificación AA al menos, de allí para arriba”, indica Camino.
La administradora de estos fondos también debe tener una calificación de riesgo de AA al menos, añade el especialista.
Lo importante es pedir el portafolio de inversiones del fondo en el que se quiere invertir, aconseja Camino.
Aquí el listado de las administradoras de los fondos de inversión y fideicomisos vigentes publicados en el sitio web de la Superintendencia de Compañías. Y el listado de los fondos de inversión vigentes se puede revisar aquí.
La otra recomendación es que el dinero confiado en un fondo de inversión permanezca un mínimo de cinco años para maximizar la ganancia. “Lo que usualmente aconsejo es invertir en un fondo de inversión (colectivo) con al menos $ 5.000, lo que genera una tasa de interés mucho más elevada por el monto”, asegura Camino.
En el caso de los fideicomisos, cada uno tiene sus características establecidas en el contrato.
“Hay inversiones que se hacen a plazos, dependiendo de los productos que existan en el mercado, pueden ser pólizas, de modo que se espera un rendimiento dentro del plazo, en inversiones resueltas por la junta o comité fiduciario”, añade Viteri.
Si la inversión es a tasa fija y así se ha decidido por la junta o comité, habría certezas del rendimiento de la inversión y en qué tiempo se puede acceder.
Camino indica que una obligación de renta fija que se adquiere en una bolsa de valores es similar a una póliza, con la diferencia de que el interés que paga el inversor es mucho más bajo de lo que tendría que cubrir al acceder a un crédito. “Por el lado del inversionista, le conviene porque el interés es mucho más elevado que si hubiese invertido en un depósito a plazo fijo. Hay ciertos instrumentos que son de corto plazo”, indica.
La ganancia en las pólizas dependerá del plazo en el que debe permanecer el depósito para que rinda la ganancia ofrecida y la institución financiera que se coloque, ya que sí hay diferencias.
Pero hay títulos de renta fija que se negocian en las bolsas de valores que dejan un mayor rendimiento y más a corto plazo que el que otorga una póliza.
En Ecuador hay 63 fondos de inversión manejados por trece administradoras. Todos eran constituidos hasta agosto pasado por un total de 424.216 inversionistas, que pueden ser personas naturales o jurídicas (compañías).
Estos fondos alcanzaban un patrimonio de 1.327 millones de dólares hasta agosto último, según la Asociación de Compañías Administradoras de Fondos y Fideicomisos Mercantiles (Aaffe), que se basa en cifras oficiales de la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros, organismo que regula a estas firmas.
El dinero es invertido en títulos de renta fija o variable en las bolsas de valores del país y las del extranjero, como la de Nueva York. Cada fondo de inversión se maneja de manera independiente a través de las trece administradoras registradas en Ecuador.
Sus inversionistas no tienen la potestad absoluta sobre en qué tipo de papeles invertir, dice el experto en finanzas Camino, pero sí pueden trazar lineamientos básicos.
El dinero de cada inversionista no necesariamente se coloca en los mismos instrumentos financieros del resto de miembros de un determinado fondo de inversión, lo que permite una diversificación, la división del riesgo y una ganancia personalizada.
El patrimonio de los fideicomisos administrados sumaba un total de 16.511,9 millones de dólares hasta junio pasado.
Las compañías que más patrimonio de los fideicomisos administran son Fideval, Fiducia, Generatrust y la Corporación Financiera Nacional. (I)
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