El Gobierno de Perú confía en que no habrá cambio en sus relaciones con Washington tras la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca, aunque “toma nota” de las subidas de aranceles planteadas por asesores del republicano y aspira a mantener una “neutralidad activa” en el diferendo entre EE. UU. y China, explicó a EFE el canciller peruano, Elmer Schialer.
La propuesta de un 60 % de arancel es de Mauricio Claver-Carone, expresidente el BID y asesor del presidente electo de EE. UU., Donald Trump.
El Gobierno de Perú confía en que no habrá cambio en sus relaciones con Washington tras la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca, aunque “toma nota” de las subidas de aranceles planteadas por asesores del republicano y aspira a mantener una “neutralidad activa” en el diferendo entre EE. UU. y China, explicó a EFE el canciller peruano, Elmer Schialer.
Durante la primera administración Trump (2017-2021), recordó el ministro, el intercambio comercial con Perú se disparó. “Nos fue bien porque además cooperamos en una serie de otros ámbitos”, como en la lucha contra el narcotráfico, apuntó Schialer en una entrevista con EFE durante una breve visita a Madrid.
La relación entre Lima y Washington es “de mutuo beneficio” y “no va a hacer ninguna diferencia” la nueva etapa de Trump, confió el ministro.
No obstante, Schialer admitió que Perú presta atención a propuestas como la planteada por Mauricio Claver-Carone, expresidente el BID y asesor de Trump, para imponer un arancel del 60 % a los productos importados de Chancay, un megapuerto con capitales chinos, con una inversión de unos 3.400 millones de dólares, que se convertirá en el mayor puerto de América Latina.
“Tomamos nota, pero lo tomamos con serenidad”, agregó Schialer. No se trata solo del puerto de Chancay, sino de un “hub logístico productivo”, explicó, que se extiende por 80 kilómetros y que incluye el puerto del Callao —el más importante del Perú, que cuenta con capitales de Dubái, entre otros— y el aeropuerto internacional de Lima.
“Es un poco complicado. Por eso, nosotros hemos tomado esto con mucha atención, pero también con mucho cuidado, porque yo no creo que los Estados Unidos quieran dañar a sus inversionistas”, afirmó.
La propuesta arancelaria sobre el puerto peruano es uno de los ejemplos de la batalla comercial entre Estados Unidos y China, dos importantes socios comerciales de Perú. “Los peruanos no queremos ser parte y aquí lo rechazo taxativamente. No queremos ser parte de ningún, digamos, diferendo comercial entre nuestros amigos”, subrayó el canciller.
“Vamos a tener una neutralidad activa”, insistió en la entrevista con EFE. (I)
El Universo