La Conferencia Episcopal Ecuatoriana ha expresado su profunda alegría y gratitud tras el anuncio de la canonización de la beata María Troncatti, una religiosa salesiana que dedicó su vida a la misión y el servicio en la selva amazónica. En un comunicado oficial emitido el 25 de noviembre, la Iglesia ecuatoriana informó que el papa Francisco autorizó la promulgación del decreto que reconoce un milagro atribuido a la intercesión de la beata Troncatti. Con este paso, se confirma su canonización, cuyo día será determinado por el papa en un futuro consistorio ordinario.
Troncatti declarada Venerable el 12 de noviembre de 2008 y beatificada bajo el pontificado de Benedicto XVI en Macas.
La Conferencia Episcopal Ecuatoriana ha expresado su profunda alegría y gratitud tras el anuncio de la canonización de la beata María Troncatti, una religiosa salesiana que dedicó su vida a la misión y el servicio en la selva amazónica. En un comunicado oficial emitido el 25 de noviembre, la Iglesia ecuatoriana informó que el papa Francisco autorizó la promulgación del decreto que reconoce un milagro atribuido a la intercesión de la beata Troncatti. Con este paso, se confirma su canonización, cuyo día será determinado por el papa en un futuro consistorio ordinario.
Don Pierluigi Cameroni, postulador general de la causa de beatificación, destacó el profundo significado espiritual de esta canonización: “La figura de María Troncatti es un signo de esperanza por su fuerte testimonio de vida y fe, especialmente entre los pueblos indígenas de la selva amazónica, que se convirtió en su ‘patria del corazón’. Fue una mujer de reconciliación y paz, cuyo don de maternidad tocó los corazones de todos los que la conocieron”.
María Troncatti nació el 16 de febrero de 1883 en Corteno Golgi, un pequeño pueblo en la región italiana de Brescia. Desde temprana edad, mostró una gran devoción cristiana, lo que la llevó a ingresar al Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, en 1908. Durante la Primera Guerra Mundial, trabajó como enfermera de la Cruz Roja, y fue en ese tiempo cuando experimentó una fuerte vivencia de fe. En una ocasión, al estar a punto de ahogarse en una inundación, prometió a la Virgen que, si se salvaba, se dedicaría a las misiones.
En 1922, la madre general del Instituto, Caterina Daghero, la destinó a Ecuador. Troncatti se trasladó a la región de Chunchi y, años después, se adentró en la selva amazónica ecuatoriana, donde estableció su misión entre los indígenas Shuar. Allí, en el poblado de Macas, comenzó a realizar un trabajo evangelizador, enfrentando innumerables desafíos, desde los peligros de la jungla hasta los riesgos inherentes a los ríos de la región.
“María Troncatti es recordada por su incansable trabajo como enfermera, cirujana, dentista, y sobre todo como evangelizadora y catequista”, señala el comunicado. Su labor fue clave en la promoción de la salud y el bienestar, pero también en la formación de nuevas familias cristianas entre los Shuar, gracias a su enfoque en el respeto a las decisiones libres de los jóvenes esposos. Su dedicación le valió el apodo de “la médica de la selva”, y su figura se convirtió en un referente de esperanza para la comunidad.
A lo largo de su vida, brindó ayuda no solo a los enfermos, sino a todos aquellos que necesitaban apoyo, independientemente de su origen o etnia. A través de su trabajo fundó un hospital y formó a otras enfermeras, demostrando un compromiso con la formación humana y espiritual de las personas.
Su vida llegó a su fin el 25 de agosto de 1969, cuando un accidente aéreo, mientras viajaba a Sucúa, puso fin a su labor misionera.
María Troncatti fue beatificada el 24 de noviembre de 2012 durante el pontificado de Benedicto XVI. La ceremonia la presidió el cardenal Angelo Amato en Macas, Ecuador. (I)
El Universo