Mujeres de La Chala, la isla Trinitaria, Juan Montalvo y otros sectores se ha unido al programa Círculos Comunitarios de Cuidados, que impulsa el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) con apoyo del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR).
Estos círculos comunitarios buscan fortalecer el bienestar emocional, físico y psicosocial de mujeres que se hallan en sectores que son conflictivos o propenso
Mujeres de La Chala, la isla Trinitaria, Juan Montalvo y otros sectores se ha unido al programa Círculos Comunitarios de Cuidados, que impulsa el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) con apoyo del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR).
Estos círculos comunitarios buscan fortalecer el bienestar emocional, físico y psicosocial de mujeres que se hallan en sectores que son considerados conflictivos o propensos a la violencia.
Mujeres defensoras de Derechos Humanos y líderes de las comunidades se reúnen en estos círculos para desarrollar sesiones en las que se tratan temas como Construcción de Confianza, Entendiendo la Violencia Basada en Género, Empoderamiento Personal, Resiliencia y Manejo del Estrés, Sororidad y Apoyo Mutuo.
Además se han abordado temáticas de Desarrollo de Habilidades y Empoderamiento Económico, Acceso a Justicia y Recursos Legales, Rol de la Comunidad y Empoderamiento Colectivo, Planificación de Futuro y Establecimiento de Metas, y Reglas de Convivencia.
Paúl Murillo, coordinador comunitario del CDH, indicó que los círculos son la oportunidad para intercambiar e interactuar en comunidades.
“En medio de ese escenario de inseguridad e incertidumbre ellas van transformando sus comunidades, sin ninguna agenda en particular, pues son ellas quienes van construyendo colectivamente cuáles son los temas de interés, ya sea de aprendizaje, psicosociales, de escucha, de manejo del estrés, música o simplemente es compartir entre sí, con apoyo o la facilitación del CDH”, dijo.
Las sesiones se realizan con un formato de diálogo abierto y dinámicas participativas, donde las asistentes comparten experiencias, aprendizajes y estrategias para afrontar las adversidades que se presentan en sus sectores.
Estas sesiones son diversas y desarrolladas de acuerdo a la programación acordada entre CDH y las comunidades, en función de sus intereses y expectativas.
Katiuska Vergara, de la cooperativa Desarrollo Comunal 2, en la isla Trinitaria, quien ha participado de estas sesiones, indicó que el círculo de mujeres la ha ayudado en entender que no se puede callar, que se debe dialogar y que se pueden lograr metas a un en escenarios complejos.
“A veces nos limitamos y creemos que no vamos a poder lograr nuestras metas. Con el apoyo de los círculos hemos aprendido a comunicarnos mejor y hemos salido adelante, aspiramos encontrar un trabajo estable para cada una”, afirmó.
Para Carolina Villacís, residente en La Chala, otras de las asistentes, el círculo comunitario de mujeres les va dejando una enseñanza en los ámbitos moral y emocional.
Dijo que han obtenido una guía para aprender a valorarse como seres humanos, como mujeres. “Somos guerreras, queremos seguir echando para adelante”, sostuvo.
A través de estos espacios, según las entidades que apoyan los círculos, se fomenta el autocuidado, el cuidado colectivo y la promoción de derechos, creando un entorno donde las defensoras puedan identificar soluciones, organizadas y prácticas, para sus comunidades.
Este componente se complementa con talleres formativos, apoyo psicosocial, medios de vida y acciones de incidencia, apuntando hacia la construcción de comunidades fortalecidas y empoderadas en la defensa de sus derechos. (I)
El Universo