Luciérnaga en Guayaquil: Pamela Cortés y David Harutyunyan abren una academia para el desarrollo del talento musical

La música fue su primer vínculo antes de convertirse en una familia y ahora sigue siendo el nexo que los une profesionalmente, no solo en los escenarios. La cantante ecuatoriana Pamela Cortés y el compositor y director de orquesta David Harutyunyan han abierto la academia Luciérnaga, un espacio creado para aprender, crear y desarrollarse en la música.

 El centro recibe alumnos de todas las edades, desde niños pequeños hasta músicos profesionales que deseen refinar su técnica.  

La música fue su primer vínculo antes de convertirse en una familia y ahora sigue siendo el nexo que los une profesionalmente, no solo en los escenarios. La cantante ecuatoriana Pamela Cortés y el compositor y director de orquesta David Harutyunyan han abierto la academia Luciérnaga, un espacio creado para aprender, crear y desarrollarse en la música.

“Era un sueño que tenía hace muchos años y David ya tuvo la oportunidad de hacer unas escuelas muy importantes para la ciudad (fue director de la Orquesta Filarmónica Municipal de Guayaquil), y ahora se nos dio la oportunidad de por primera vez trabajar juntos en un proyecto que nos llena y gusta a los dos”, menciona Pamela.

Como artistas, recalca, “sentimos la responsabilidad de compartir nuestros conocimientos y experiencia artística de tantos años con nuestros alumnos a través de nuestros profesores”.

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David, quien también se ha desempeñado como catedrático universitario, detalla que el nombre de la academia surge de la finalidad de iluminar el camino de quienes desean desarrollarse en la música.

“Nosotros queremos darles la oportunidad de descubrir qué desean ser, qué talento tienen, cómo lo pueden desarrollar”, añade sobre este espacio ubicado en el centro comercial Laguna Plaza (en el km 12,5 de la vía a la costa, primer piso).

Patricia González junto a Gianpiero y músicos de la academia, entre ellos Marcel Ferrer (guitarra). Foto: Francisco Verni Peralta

Luciérnaga, explica David, es una academia dirigida para todo público. “Absolutamente todos pueden recibir las clases. Puede entrar un niño sin ningún conocimiento musical hasta un músico profesional que necesite formación adicional en la teoría o mejorar su técnica interpretativa o para su experiencia escénica. Nosotros lo vemos como una arcilla a la que vamos a modelar de distintas formas”, dice.

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El staff de la academia, indica Pamela, son músicos que se han probado en distintos espacios. Es así que puede recibir clases de Marcel Ferrer (guitarra, bajo y ukelele), Estrellita Mero (canto), Cristina Alcívar (canto), Javier Vera (piano), Pablo Sánchez (batería y percusión) y Andrés Cuartas (guitarra). Pamela y David cumplen la función de asesores artísticos en la academia.

“Son músicos con los que yo he tenido el privilegio de trabajar en el escenario, son muy talentosos y que son grandes profesionales. Ellos estarán impartiendo su conocimiento. No todos los artistas son buenos pedagogos. Pero aquí los tenemos a ellos”, refiere la también productora.

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Gianpiero (i), Mar Rendón y Marcel Ferrer con Pamela Cortés en la inauguración de Luciérnaga. Foto: Francisco Verni Peralta

Otra de las propuestas de Luciérnaga, indica Pamela, es la próxima apertura de un ala de música clásica académica.

Las clases regulares son de lunes a jueves, dos por semana; todo depende de los conocimientos del estudiante. “La enseñanza no es igual para todos. Escuchamos a cada alumno y vemos cuáles son sus requerimientos y necesidad”, detalla. Cada materia se imparte de forma individual y personalizada; no son cursos grupales. “Hay alumnos que se han inscrito en diversas materias. Hay estudiantes desde los 5 años en adelante, sin límite de edad”, recalca David.

En marzo abrirá un vacacional de arte para niños con Mokalu. Habrá prácticas y exploración de instrumentos (guitarra, batería, piano, percusión y canto) y de artes plásticas (@academialuciernaga). (F)

 El Universo

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