La crisis energética, la escisión institucional de las agencias de control, retrasos en la emisión de licencias y aspectos aduaneros son los factores que han provocado una disminución de las exportaciones mineras. Por ello, el Ministerio de Energía y Minas anticipa que no se cumplirá la meta proyectada para 2024.
La autorización para la segunda etapa del proyecto Mirador está condicionada a que la mina cuente con su propia generación de energía.
La crisis energética, la escisión institucional de las agencias de control, retrasos en la emisión de licencias y aspectos aduaneros son los factores que han provocado una disminución de las exportaciones mineras. Por ello, el Ministerio de Energía y Minas anticipa que no se cumplirá la meta proyectada para 2024.
Con ese contexto, se estima que las exportaciones caerán alrededor del 20 % comparado con 2023, adelantó la viceministra de Minería, Rebeca Illescas, durante su participación en el XIX Encuentro Anual de Minería (Enaep 2024), que se realizó este martes 26 de noviembre en Quito.
Indicó que el año pasado se exportaron casi $ 3.400 millones en todos los regímenes, esto es pequeña y gran minería. Dijo que para 2024 se esperaba un aumento de entre el 20 % y 30 % del monto registrado en 2023, gracias a los envíos de los proyectos a gran escala, Fruta del Norte y Mirador, pero también de la pequeña minería. Sin embargo, “vemos que estamos un poco retrasados en el cumplimiento”, mencionó.
Las razones de la caída en exportaciones están en los apagones que limitan la operación de las mineras. También en la decisión del presidente Daniel Noboa de extinguir la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos no Renovables (ARCERNNR), y en su lugar crear tres agencias de control para minería, electricidad e hidrocarburos. Esto último afectó la entrega oportuna de licencias de exportación, resumió Illescas.
No obstante, la funcionaria dijo que las exportaciones se recuperarán el próximo año. “No hay ningún problema porque los minerales están ahí”, comentó.
Además, señaló que se está trabajando en consolidar la información minera que manejan varias instituciones, como el Banco Central del Ecuador (BCE), el Servicio de Rentas Internas (SRI), la agencia de control, entre otros, lo cual dará mayor claridad sobre la situación de la industria.
Mina Mirador opera el 50 % y requiere su propia generación para avanzar a segunda etapa del proyecto
Por los racionamientos de electricidad, el mayor yacimiento de cobre del país, mina Mirador, opera desde hace diez días al 50 % de su capacidad, confirmó la viceministra de Minería, lo cual también ha incidido en la reducción de exportaciones de minerales.
El proyecto que está en manos de la empresa china Ecuacorriente normalmente demanda 80 MW al Sistema Nacional Interconectado (SNI), pero al momento consume menos de 42 MW, aseguró Illescas.
La mina lleva aproximadamente 30 días limitada en su consumo energético desde que a mediados de octubre la ministra de Energía y Minas encargada, Inés Manzano, dispuso que se desconecte temporalmente del SNI. Durante este tiempo, Mirador ha tenido unos 20 días de operación con niveles mínimos, señaló la viceministra.
Respecto de que Ecuacorriente debe contar con su propia generación de energía, Rebeca Illescas explicó que se mantienen conversaciones con la empresa para que se concrete esto, lo cual no necesariamente sería con la construcción de una central hidroeléctrica, sino que puede ser una combinación de varias fuentes de energía como gas o eólica.
La falta de autogeneración de energía frena la autorización del Gobierno para que el proyecto de cobre se expanda y avance a su segunda etapa. “La primera disposición es: ustedes solucionen el tema energético y comencemos de ampliar las operaciones. No sería posible que puedan ampliar operaciones si no tienen resuelto el tema energético, porque no van a tener electricidad para poder operar”, respondió la viceministra al ser consultada sobre el tema.
Agregó que el Gobierno no puede imponer a la empresa privada la solución que deben implementar. “Pero sí le puedo decir no le voy a dar electricidad; por lo tanto, tiene que tener una solución”.
Sobre el proyecto Fruta del Norte, a cargo de la empresa canadiense Lundin Gold, Illescas contó que “está operando casi normal”, porque han instalado 10 MW por su cuenta y han traído más generadores para sostener sus operaciones.
“Ellos consumen alrededor de 14 MW y tienen 10 instalados, entonces no les afecta como les afecta al resto de proyectos”, describió e indicó que por esta razón Fruta del Norte ha tenido una afectación mínima en sus operaciones por los apagones. (I)
El Universo
