En tres meses, la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps), una dependencia del Municipio capitalino, tendrá listo un diagnóstico y evaluación de las medidas actuales relacionadas con el consumo de agua potable en Quito.
El Municipio capitalino ha mencionado que son 133 millones de litros de agua los que se desperdician diariamente, lo que es igual a 45 piscinas olímpicas.
En tres meses, la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps), una dependencia del Municipio capitalino, tendrá listo un diagnóstico y evaluación de las medidas actuales relacionadas con el consumo de agua potable en Quito.
Este análisis, según el cabildo quiteño, incluirá la posibilidad de implementar mediante una ordenanza o acto normativo el cobro de una tarifa diferenciada, aunque esta ya se implementa.
Tania Romero, gerente de Planificación y Desarrollo de la Epmaps, señaló que se ha pedido que esa dependencia haga un estudio acerca de las tarifas por el servicio de agua potable y una presentación de una tarifa diferenciada, pero para un segmento específicamente.
El estudio, agregó, abarcará a los grandes consumidores, con el objetivo de que tengan una tarifa mayor para incentivar un consumo responsable.
El Municipio capitalino ha mencionado que son 133 millones de litros de agua los que se desperdician diariamente, lo que es igual a 45 piscinas olímpicas.
El cabildo también ha expresado que el consumo de agua per cápita debería ser de unos 100 litros entre una ducha de cuatro minutos, aseos varios, cocinar, lavados de manos, dientes, vajilla y ropa, entre otros.
La funcionaria indicó que existe una normativa a través de la Agencia de Regulación y Control del Agua (ARCA), que es la entidad reguladora que ha establecido los criterios técnicos a cumplir para la fijación de las tarifas y los niveles de consumo en las diferentes zonas.
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El pliego tarifario actual, añadió, establece un subsidio por estrato socioeconómico basado en la valoración del suelo, motivo por el que ya hay una estratificación.
No es lo mismo, agregó, el consumo en zonas vulnerables que en otras de mayor plusvalía y también hay subsidios en las parroquias suburbanas.
Una factura para un familia promedio sería de alrededor de $ 9, en la que se incluye la tasa por alcantarillado por 15 metros cúbicos. Hay un descuento por subsidio en parroquias suburbanas que es del 50 % en los 30 primeros metros cúbicos de consumo.
El estudio estaría listo en febrero de 2025, tema que pasaría al Concejo Metropolitano, aunque concejales, como Analía Ledesma, han manifestado que el alcalde Pabel Muñoz tiene potestad directa a través del Código Orgánico de Organización Territorial (Cootad) para este análisis.
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Ledesma adelantó que no es posible que en medio de la crisis se esté considerando un incremento en el líquido vital cuando en algunos barrios no hay agua.
Muñoz señaló que corresponde al alcalde, actual o futuro, impulsar esta iniciativa, especialmente si implica modificaciones en la tarifa del agua potable y que la corresponsabilidad no recaiga solo en el área administrativa del Municipio, sino también en el Legislativo, incluyendo además a la ciudadanía en el debate, según informó el cabildo. (I)
El Universo