El fuerte invierno ha superado la capacidad de respuesta de las autoridades del cantón Sucre, en la provincia de Manabí. Este lugar tiene más de 800 familias afectadas, carreteras y puentes destruidos y pueblos incomunicados a los que no ha podido llegar la ayuda.
El funcionario publicó una carta abierta al presidente Noboa, pidiendo ayuda.
El fuerte invierno ha superado la capacidad de respuesta de las autoridades del cantón Sucre, en la provincia de Manabí. Este lugar tiene más de 800 familias afectadas, carreteras y puentes destruidos y pueblos incomunicados a los que no ha podido llegar la ayuda.
El martes, 11 de marzo, Carlos Mendoza, alcalde de ese cantón, publicó una carta abierta al presidente Daniel Noboa.
Allí, entre otras cosas, señala que tras cinco horas de lluvia el cantón ha quedado gravemente afectado. La creciente de los ríos Viejo y Bachillero ha arrasado con lo poco que tienen, desbordando la capacidad humana y técnica para contener la emergencia.
Los balnearios de Charapotó, San Alejo, San Clemente y San Jacinto, cuyos habitantes dependen del turismo, han quedado incomunicados.
“Señor presidente, le suplicamos que el Gobierno atienda este grito de auxilio. Apelamos a su sensibilidad, ya demostrada en otras circunstancias, para con el pueblo sucrense, que clama por justicia. Somos un pueblo que, a pesar de tantos desastres naturales, ha resistido con dignidad, pero hoy necesitamos su ayuda para mantenernos a flote, porque esta vez el agua nos está ahogando”, expresó en el documento.
El alcalde Mendoza manifestó este miércoles, 12 de marzo, que la situación de Sucre es muy grave. Explicó que Charapotó está inundado, los cultivos de arroz y maíz se encuentran bajo el agua; lo mismo ha sucedido con las salineras.
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“Más allá de las inundaciones, llevamos 33 días en Bahía de Caráquez sin agua potable. Es una cosa dantesca, por eso la carta al presidente donde pedimos, exhortamos, suplicamos, hacemos maniobras que a veces no son bien comprendidas en función de nuestros derechos”, expresó.
Mendoza dijo que hay personas que han perdido viviendas, cultivos, herramientas de trabajo y enseres. Además, hay sitios donde no se puede ingresar con ayuda debido a que las carreteras están destruidas. Lo mismo sucede con las vías principales como la E-15 que llega a Bahía, la E-383 que lleva a Tosagua y a Chone. En estas carreteras se han registrado deslizamientos y daños en la calzada.
“Ayer (martes) colapsaron todas las vías, estuvimos prácticamente bloqueados. Pedimos al Gobierno que nos ayude a resolver este problema; los municipios no tenemos recursos para hacerlo. Las alícuotas llegan, pero no tenemos $ 8 o 9 millones, no tenemos. Hemos pedido ayuda a amigos, a contratistas y trabajamos con maquinaria propia”, expresó.
Solo en Charapotó más de 700 familias han sufrido inundaciones en sus viviendas y existen miles de hectáreas de cultivos perdidos por la creciente del río Portoviejo y sus afluentes.
En el balneario San Jacinto de Charapotó, el malecón que servía como vía alterna ante la obstrucción de la carretera principal colapsó debido luego de una fuerte lluvia.
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En la comunidad de Las Delicias, parroquia Leonidas Plaza, 10 familias resultaron damnificadas por las inundaciones. Allí 4 casas quedaron destruidas. Las personas fueron llevadas al albergue temporal. Personal del Municipio y del Cuerpo de Bomberos han desplegado sus equipos en las zonas afectadas.
Manabí ha sido la provincia más afectada en lo que va del invierno. Según el último reporte que maneja la Secretaría de Gestión de Riesgos, se contabilizaban 50.988 afectados y siete fallecidos. (I)
El Universo