Dra. Daniela Cabanilla, liderando la innovación en ciencias de la salud

Médico general, además maestranda en Gerencia y Administración de los Servicios de la Salud de la Universidad de las Américas, la Dra. Daniela Cabanilla ha destacado en distintas áreas de la investigación y la enseñanza. Actualmente es docente en la carrera de Nutrición y Dietética en la Universidad Tecnológica Empresarial de Guayaquil (UTEG), en la que también es canciller.

 La docente de la UTEG habla sobre sus investigaciones y la importancia de la tecnología en la educación.  

La docente de la UTEG habla sobre sus investigaciones y la importancia de la tecnología en la educación.

Médico general, además maestranda en Gerencia y Administración de los Servicios de la Salud de la Universidad de las Américas, la Dra. Daniela Cabanilla ha destacado en distintas áreas de la investigación y la enseñanza. Actualmente es docente en la carrera de Nutrición y Dietética en la Universidad Tecnológica Empresarial de Guayaquil (UTEG), en la que también es canciller.

En una interesante entrevista, la profesional comparte sus inicios en la profesión, su incursión en la docencia y también sus aportes al campo de la salud.

¿Podría contarnos un poco sobre sus inicios en la academia y qué la motivó a dedicarse a las ciencias de la salud?

Desde que era estudiante universitaria descubrí mis habilidades para transmitir conocimientos a mis compañeros, incluso de semestres inferiores. Las ciencias de la salud representan para mí una vocación que encontré dentro del ambiente hospitalario, al cual llegué por motivos familiares.

A medida que fui creciendo esa curiosidad se transformó en una verdadera pasión. Decidí estudiar ciencias de la salud porque me di cuenta de que no solo quería entender cómo funciona el cuerpo humano, sino también cómo podía contribuir a mejorar la vida de las personas. Quería marcar la diferencia, y la medicina me ofreció esa oportunidad.

Cuando me convertí en docente descubrí que tenía la posibilidad de multiplicar ese impacto. No solo podía cuidar a mis pacientes, sino también formar a futuros profesionales de la salud que, a su vez, harían lo mismo. Ser docente me permitió compartir mis conocimientos y experiencias, inspirar a otros y seguir aprendiendo cada día. Ver a mis estudiantes crecer y convertirse en profesionales apasionados es, sin duda, una de las mayores satisfacciones de mi vida.

Usted ha liderado importantes programas en la Facultad de Ciencias de la Salud de la UTEG. ¿Qué desafíos encontró al modernizar estos programas y cómo los superó?

El desafío más importante fue innovar en las metodologías de enseñanza en ciencias de la salud, que por excelencia son muy tradicionales. Representó un reto tanto para profesores como para estudiantes implementar nuevas formas de enseñar.

Además, enfrenté la resistencia al cambio, algo bastante común en cualquier proceso de modernización. Muchos docentes y estudiantes estaban acostumbrados a métodos tradicionales, y la idea de incorporar nuevas tecnologías, metodologías y enfoques pedagógicos generó cierta incertidumbre. Para superar esto fue fundamental crear un ambiente de confianza y diálogo abierto, en el que todos se sintieran parte del proceso. Organizamos talleres, seminarios y sesiones de capacitación para mostrar los beneficios de estos cambios y, gradualmente, logramos involucrar al equipo en la adopción de estas nuevas prácticas.

Superar estos desafíos requirió paciencia, perseverancia y, sobre todo, un enfoque colaborativo. Mantener el objetivo principal ofrecer una educación de calidad que prepare a los estudiantes para los desafíos del futuro en el campo de la salud nos guio en cada paso del camino.

Su estudio sobre la salud mental durante la pandemia de COVID-19 ha sido muy reconocido, ¿qué impacto espera que tenga esta investigación en la comunidad académica y más allá?

Antes de la pandemia, la salud mental no recibía la atención necesaria. Esta investigación permitió evidenciar la importancia de estudiar y abordar la salud mental de manera integral.

En la comunidad académica espero que este estudio sirva como recurso clave para investigadores y profesionales interesados en entender cómo una crisis global afecta la salud mental. Los hallazgos proporcionan datos y análisis para diseñar intervenciones, políticas y programas más efectivos.

Más allá de la academia, mi esperanza es que esta investigación llegue a los formuladores de políticas, líderes comunitarios y organizaciones de salud pública, ayudándolos a tomar decisiones informadas. Durante la pandemia quedó claro que la salud mental es tan importante como la física y debe ser tratada con la misma urgencia.

La UTEG ha atraído a un número creciente de estudiantes interesados en ciencias de la salud. ¿A qué atribuye este creciente interés?

Este interés se debe a varios factores clave. En la UTEG hemos actualizado y mejorado significativamente nuestros programas académicos en ciencias de la salud. Hemos introducido nuevas tecnologías, métodos de enseñanza innovadores y un enfoque práctico que prepara a los estudiantes para los desafíos reales de sus carreras.

¿Qué papel juega la tecnología en la educación de ciencias de la salud?

La tecnología ha revolucionado la forma en que accedemos y compartimos información. En la UTEG, nuestros estudiantes y docentes tienen acceso a bibliotecas digitales, bases de datos científicas y recursos en línea que les permiten estar al día con los últimos avances en medicina y disciplinas relacionadas.

La incorporación de tecnología no solo enriquece la experiencia educativa, sino que también prepara a nuestros estudiantes para el futuro, brindándoles herramientas y conocimientos necesarios para destacarse en el campo de la salud.

¿Podría hablarnos sobre alguna colaboración internacional que haya sido particularmente exitosa para la universidad?

Una de las colaboraciones internacionales más exitosas ha sido nuestra alianza con universidades de Estados Unidos, Colombia, España, Perú, Alemania y Francia. Estas alianzas han sido fructíferas tanto en términos académicos como de investigación, abriendo nuevas oportunidades para estudiantes y docentes, y asegurando que estemos alineados con las mejores prácticas globales.

¿Cuál cree que es el mayor desafío para los futuros profesionales de la salud, y cómo está preparando la UTEG a sus estudiantes para enfrentarlo?

El mayor desafío es la creciente complejidad de las enfermedades crónicas y emergentes, además de las inequidades en el acceso a la atención médica. Esto requiere un enfoque más holístico y compasivo hacia la atención al paciente.

En la UTEG preparamos a nuestros estudiantes mediante la integración de tecnología avanzada, la enseñanza interprofesional y un fuerte enfoque en la ética médica y la responsabilidad social.

Finalmente, ¿qué consejo les daría a los estudiantes que están considerando una carrera en ciencias de la salud?

Les diría que las ciencias de la salud son más que una carrera; son una vocación. Es un campo exigente, pero profundamente gratificante. El compromiso con el aprendizaje continuo y el deseo genuino de ayudar a los demás serán sus mejores aliados.

 El Universo

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