Más piedras que agua se divisan en todo el camino que hace el río desde Cuenca hasta Paute. El sábado ya eran dos días con lluvias en zonas del Azuay, y el lecho del río Paute lucía vacío. De ahí sigue por Guachapala y otras comunidades hasta llegar a Mazar.
La cota de Mazar lleva 3 días en 2.111 metros sobre el nivel del mar y se mantiene sin operar para que se recupere. Las últimas lluvias no se reflejan en ríos.
Más piedras que agua se divisan en todo el camino que hace el río desde Cuenca hasta Paute. El sábado ya eran dos días con lluvias en zonas del Azuay, y el lecho del río Paute lucía vacío. De ahí sigue por Guachapala y otras comunidades hasta llegar a Mazar.
Se intenta cuidar el agua que llega a la central hidroeléctrica Mazar para que no vuelva a caer en riesgo su embalse. De ahí que se mantenga parada esta central, que junto con Molino y Sopladora conforman el Complejo Paute Integral. Esas otras dos centrales tampoco operaron el fin de semana, pero el lunes 25 de noviembre se prendieron desde la mañana, de acuerdo con los reportes de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec). En estos días, la central Coca Codo Sinclair es la que ha tenido una mejor producción, que llegó incluso a superar por 1.100 megavatios hora (MWh). El domingo produjo entre 390 y 689 MWh.
Esa hidroeléctrica mejoró por las lluvias caídas en la zona amazónica, donde está situada (entre Napo y Sucumbíos).
En la zona austral también ha llovido, pero los ríos siguen en niveles bajos, según reporta la Empresa Pública Municipal de Telecomunicaciones, Agua Potable, Saneamiento y Gestión Ambiental (Etapa) de la capital azuaya.
Ya suman 136 días de sequía hidrológica y 63 de apagones.
El río Tomebamba también tiene más piedras que agua y se mantiene en estado de estiaje, al igual que el Yanuncay y el Tarqui. El Machángara también sigue en estado bajo.
Esos cuatro ríos confluyen en Cuenca, recibiendo luego las aguas de los ríos Burgay, Jadán, Gualaceo y Cutilcay y el de otros afluentes menores. A estos también llegan aguas de drenes ubicados en seis subcuencas importantes, que son los ríos Collay, Pindilig, Mazar, Llavircay, Juval y Púlpito, entre otros, hasta llegar a Mazar.
La cota de Mazar, el lunes 25 de noviembre, estaba en 2.111,83 metros sobre el nivel del mar (m s. n. m.). Desde la noche del viernes pasado salió de la línea que expertos consideran de riesgo (2.110 m s. n. m.). Cuando las condiciones mejoraron en Coca Codo y Colombia reanudó la venta de energía a Ecuador, el Gobierno decidió dejar descansar a Mazar para que vaya recuperando su embalse, lo que se espera con las lluvias. En la oración de fieles de la misa dominical se pidió, nuevamente, para que llueva y que las autoridades solucionen el problema eléctrico. (I)
El Universo